Masaje Facial Japonés Tradicional
Es un masaje energizante y remodelador, diseñado para revitalizar la piel, relajar la mente y armonizar la energía natural del rostro.. Combina técnicas de Shiatsu, reflexología facial, drenaje linfático y cuidado del cutis.

ORÍGENES
La belleza como fuente de energia
El Masaje Facial Tradicional es un ritual de belleza y salud que cuenta con más de 500 años de antigüedad, pues se desarrolló para devolver a los Samuráis la serenidad después del combate, reforzar su equilibrio mental y emocional y potenciar su energía. Después del derribo del gobierno militar Shogunato por la restauración Meiji, los Samuráis perdieron su posición oficial, pero su legado espiritual, así como sus rituales y tradiciones siguen inspirando la sociedad japonesa.
El masaje facial japonés pasó a ser utilizado también como ritual femenino cuando una emperatriz notó que este tratamiento producía una tez luminosa y que, además, calmaba los dolores de cabeza. Desde entonces, se puso de moda en la corte imperial para luchar contra el envejecimiento de la cara y conseguir un efecto “flash” antes de las fiestas.
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Protócolo y beneficios

LA SESIÓN
En 1 h de sesión, recibirás:
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Una exfoliación
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Un masaje relajante del cuello y del cráneo.
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Maniobras de percusión, amasamiento y masaje de la musculatura profunda de la cara. Dependiendo de si se trata de una primera sesión y de las necesidades específicas del paciente se aplican distintos protocolos.
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Acupresión en más de 20 puntos, situados en los meridianos de acupuntura de la cara.
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La aplicación de una mascarilla, durante la cual se realiza un masaje de manos y pies, abdomen o reiki dependiendo de las necesidades.
Una sesión de masaje facial dura 60 mn pero se puede completar con 30 mn adicionales de Shiatsu o de Reiki.

BENEFICIOS
Aplicado de manera periódica, el masaje facial:
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Limpia el cutis en profundidad eliminando y drenando las toxinas.
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Activa los fibroblastos incrementando la producción de colágeno y elastina.
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Tonifica los músculos mejorando el ovalo de la cara.
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Combate el insomnio.
esta terapia también es eficaz contra el bruxismo, las cefaleas, así como para mejorar la movilidad después de un ictus, y en ciertas afecciones cutáneas.